viernes, 30 de junio de 2017

El ecuador del año coincide con el final de curso. Siempre ha sido así para quienes vivimos sometidos al ciclo escolar, primero como alumnos y después como profesores. La jornada de hoy, pues, se abastece de rostros y de nombres de colegas que terminan contrato o que cambian de centro, y de otros que se jubilan con o sin ganas, con o sin ilusión para seguir un poco más tras décadas de servicio; mas con la memoria repleta de experiencia docente, de cosas que contar. Es una pena que el sistema no sepa ser más sensible o más flexible con aquellos profesionales que lo hacen bien y de los que todavía podemos aprender todos. Algunos de estos y de aquellos rostros quizá no los vuelva a ver, y habrá nombres que se acaben diluyendo en las aguas del olvido, que desaparezcan casi por completo de los espacios que me habitan. A unos cuantos -jubilados o nómadas de la enseñanza- me hubiera gustado frecuentarlos más, escucharlos más, aprovecharlos mejor. Buena suerte.

No hay comentarios: