viernes, 20 de abril de 2018

Del Juan de Mairena de Machado (1936) me quedo con el texto sobre la crítica del capítulo IV: "Si alguna vez cultiváis la crítica literaria o artística, sed benévolos. Benevolencia no quiere decir tolerancia de lo ruin o conformidad con lo inepto, sino voluntad del bien; en vuestro caso, deseo ardiente de ver realizado el milagro de la belleza. Solo con esta disposición de ánimo la crítica puede ser fecunda. La crítica malévola que ejercen avinagrados y melancólicos es frecuente en España, y nunca descubre nada bueno. La verdad es que no lo busca ni lo desea [...]". También, los fragmentos de lecciones sobre poesía, en los capítulos VII y VIII; y, cómo no, el párrafo del capítulo XI que comienza así: "Huid del preciosismo literario, que es el mayor enemigo de la originalidad". Por otro lado, los abundantes consejos y contraconsejos emparentados con la pedagogía, que debe ser algo así como el arte de enseñar. A propósito, "¿qué modo hay de que un hombre consagrado a la enseñanza no sea un poco pedante?"

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