lunes, 9 de octubre de 2017

La actualidad es insaciable. Aunque con mi mala conciencia habitual, pues sé que no me faltan cosas mejores que hacer, llevo muchas horas de la tarde y de la noche mirando las noticias de las cadenas televisivas y leyendo titulares y artículos en la pantalla de mi ordenador. Cataluña preocupa; se presiente la agonía y el desgarro, el vértigo y el precipicio, la incertidumbre, el abismo. La actualidad es acaso la más insana de las distracciones, pero también la más golosa.

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