martes, 24 de octubre de 2017

Al fin, que un Artista realice su Obra depende en buena medida de que acierte a encontrar sus particulares condiciones creativas en el espacio -espacio para la soledad y para el silencio, para habilitar en su entorno el andamiaje perfecto de la creación- y en el tiempo -tiempo expectante y exclusivo, libre de enojosos menesteres, limpio de las mil distracciones ordinarias. Y si hubiere musa, que la musa se deslice de puntillas, servicial y respetuosa, cómplice. Ante el reproche probable de egoísmo, el verdadero Artista sabrá callar sus altas razones, y seguir adelante. Jorge Martínez de Paco dixit.

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