martes, 28 de noviembre de 2017

Una película argentina que ignoraba, de 1992: El lado oscuro del corazón, de Eliseo Subiela.
Extraña y sugerente, traspasada de simbolismos líricos. Contiene efectos sobrenaturales que, como el levitar de los cuerpos o los descensos inesperados, debieran emparentarse con el realismo mágico; aparte de las apariciones de la Muerte representada por una mujer de negro. Hay lugar hasta para el desliz cómico, como en ese par de escenas en que Mario Benedetti en persona se mueve por los burdeles recitando versos en alemán. Precisamente algunos poemas de Benedetti, junto a otros de Oliverio Girondo y de Juan Gelman, justifican el derrotero y colman la estética (entre pretenciosa y decadente, necesariamente arriesgada) por la que discurre la historia.
Una de esas cintas que -así lo presumo- cotizan más alto si se les sabe dar una segunda oportunidad.

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