jueves, 4 de mayo de 2017

Érase una vez dos hermanos gemelos: Eufemismo y Tabú. Aunque se querían mucho, había encontradas diferencias entre ellos. Tabú, de carácter reservado y autoestima más bien baja, se avergonzaba de sí nada más abrir la boca. Eufemismo, en cambio, era muy popular, caía bien a todo el mundo y, como suele decirse, estaba encantadísimo de haberse conocido. La verdad es que Tabú se sentía a menudo ensombrecido y ninguneado por su hermano Eufemismo, que no dudaba en anticiparse a sus tímidos intentos de hacerse ver y oír. Al fin, una mañana de mayo, mientras discutían en un parque [...].
Se me ocurrió esta mañana, al hilo de la clase, y arrancaba más o menos así. El resto será labor de los alumnos, de su bendita imaginación. Ya veremos en qué queda.

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