domingo, 12 de enero de 2014

EN DOMINGO

Cuánto tiempo habré perdido en ganar tiempo, y cuánto habré ganado perdiéndolo. Pero mi duda -ahora que los años me contemplan con progresiva indulgencia para relativizarlo todo- es si ese mismo juego de palabras conserva su sentido y su efecto poético cuando se me ocurre aplicarlo al espacio; así, cuánto espacio habré perdido en ganar espacio, cuánto habré ganado perdiéndolo. No me hagan mucho caso: es una de esas preguntas que despreciamos por retóricas y que el ánimo nos dicta con su impunidad absoluta, preferentemente en los días de domingo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me quedo con tu primera exclamación. Qué gran verdad. La suscribo, pero dicha así, justo como la dices.