lunes, 29 de junio de 2015

Doy vueltas alrededor de unas palabras que pronunció delante de la cámara un octogenario Ramón Gaya, o tal vez ya nonagenario. Afirmó que los cuadros que pintaba le seguían pareciendo como una preparación, un esbozo de lo que serían después, un logro no de hoy sino de mañana. No estoy muy seguro de lo que pasaba por su cabeza al decirlo, pero a mí esas palabras se me hacen próximas, segregan la pista del equilibrio que busco, me contagian una confianza creativa difícil de tasar.

1 comentario:

Juan Ballester dijo...

Porque no se trata de hacer una obra, de conseguir un resultado, sino que se trata de llegar a un principio, de ahí que todo sea siempre preparación. Fue muy grande este hombre y sigue siendo fundamental su pensamiento. Esperaremos con él la llegada de ese inmenso arco iris.