domingo, 26 de agosto de 2018

Gracias a una entrevista publicada en prensa, descubro a Yuval Noah Harari, israelí nueve años más joven que yo, autor de un best-seller que también ignoraba: Sapiens. De animales a dioses (2011).
Dice que "el mayor problema político, legal y filosófico de nuestra época es cómo regular la propiedad de los datos", y que los tres grandes retos del siglo (suscribo el segundo y el tercero) son "la amenaza de una guerra nuclear, el cambio climático y la disrupción tecnológica, en especial el auge de la inteligencia artificial y la bioingeniería".
Cuando se le pregunta qué es lo que más le preocupa de la tecnología incide en el control de los individuos: "El gran tema son los datos biométricos. No se trata solo de los datos que dejas cuando haces clic en la web, lo que dices o adónde vas, sino de los datos que dicen qué pasa en el interior de tu cuerpo".
Y pone el dedo en la llaga, que no es sino la gestión de la atención: "La atención es un recurso muy disputado y está vinculado a los datos. Todo el mundo quiere atraer tu atención. El modelo de la industria informativa ha sido completamente distorsionado. Ahora el patrón básico es que recibes la mayoría de las noticias supuestamente gratis (sean reales o falsas), pero en realidad lo haces a cambio de tu atención, y esta se vende a otros. El nuevo símbolo de estatus es la protección contra los ladrones que quieren captar y retener nuestra atención. No tener un smartphone es un símbolo de estatus. Muchos poderosos no tienen uno".
Él tampoco lo tiene.

1 comentario:

Juan Ballester dijo...

Acabo de conseguir "Sapiens". Habrá que leerlo cuanto antes.