viernes, 3 de febrero de 2012

EN MI MESILLA DE NOCHE

A primera hora de la mañana he leído en el diario la noticia de la muerte de Wislawa Szymborska, la poeta polaca que fue distinguida con el Nobel en 1996. Ocurrió el pasado miércoles, a la edad de ochenta y ocho años, pero yo no lo he sabido hasta hoy, quizá porque ayer no miré la prensa y porque -me temo- para los informativos de las televisiones no hay tiempo que perder en la crónica de la muerte de una poeta polaca octogenaria.
La descubrí no hace tanto, acaso un par de inviernos, gracias a un libro muy breve que se titula Aquí (2009), y su modo de decir y la sutileza de su mirada se me impusieron enseguida como un hallazgo extraordinario: soy un lector de poesía muy poco complaciente, cada vez tardo más y más en encontrar una voz cómplice o unos versos que me reconcilien con el género. Así, por ejemplo:

VERMEER

Mientras esa mujer del Rijksmuseum
con esa calma y concentración pintadas
siga vertiendo día tras día
leche de la jarra al cuenco
no merecerá el Mundo
el fin del mundo.

Más tarde, con un pequeño sobresalto -pues persiste en mí la tendencia a buscar significados más allá de lo razonable-, he recordado la casualidad de que en mi mesilla de noche lleva más de un mes una selección de su obra, Paisaje con grano de arena (Lumen, 2005). Y ahora acudo al volumen y constato que cuando el miércoles de su muerte apagué el flexo para dormir dejé el marcapáginas justo en la 139, que es precisamente la que reproduce el comienzo del poema que da título al volumen:

Lo llamamos grano de arena.
Pero él no se llama a sí mismo ni grano ni arena.
Prescinde de nombre [...]

2 comentarios:

Zetta Comunicadores s.a. dijo...

Buenos textos es un blog interesante
felicitaciones...

www.zetta.com
.

Marian Ch dijo...

Pues yo me entero por ti. Estoy desconectada. La actualidad me llega por la diaria arenga de mi compañero contra el mundo. Sabes por mi blog que Wislawa me gusta mucho. Y desde hace meses viaja en mi bolso junto a pañales, toallitas, galletas maría, cigarros, pintalabios... Cuando se muere alguno de los pocos poetas que conozco, siento su pérdida como si fuera un ser cercano. En esa destilación de palabras transmiten, para mí, la esencia del existir y se desnudan, se dan mas que en otras artes. Voy a escribirle una entradica. Gracias.