lunes, 3 de diciembre de 2018

Ayer, elecciones en Andalucía.
Se avecinan tiempos de intolerancia, de fobias e ismos varios, de estupefacción y de fronteras. También de miedo -pienso en esos alumnos de mirada inocente, pienso en mis hijos-, de fantasmas que los de mi generación creíamos superados pero que siempre estuvieron ahí, agazapados tras nuestro adormecido bienestar, al acecho de la incultura más propicia, golosos de insensibilidades sin escrúpulo.
Se avecinan tiempos de vergüenza, de mucha pena y vergüenza.

2 comentarios:

Juan Ballester dijo...

Mi querido amigo Pedro: mientras haya posibilidad de voto, habrá esperanza. Si Vox ha subido como la espuma en Andalucía por algo será, como cuando subió como la espuma Podemos, por algo sería, pero ni los dirigentes de Vox, ni los dirigentes de Podemos -por hablar de extremos- podrán ponerle puertas al campo. Son los ciclos de la vida, de las sociedades, de sus individuos, de la educación, de los miedos, de la cultura, de la justicia, de la coherencia... Enséñales a tus hijos a amar y a respetar al prójimo y el mundo estará salvado, pero déjale su tiempo. El Paraíso no existe, ni siquiera en tu añorada república, sobre todo porque no habrá chalets en Galapagar para todos. Paciencia, responsabilidad y mucha comprensión.

Un abrazo. Cuánto tiempo sin vernos. ¿En Navidad?

Pedro López dijo...

Qué alegría escucharte, amigo. Gracias por tus palabras (por todas y cada una), palabras de experiencia y de bondad, o asi las percibo. Es urgente que charlemos un rato, sí.