domingo, 23 de diciembre de 2018

Hoy ostento la voluntad de inhibirme, de abstenerme, de pasar de puntillas, de no planificar ni emprender nada que acabe colapsando mis expectativas, de limitarme a mirar alrededor y observar el discurso de los días sin más esfuerzo ni vocación, como si lo contemplado ya hubiera dejado de pertenecerme. Silencios y quietudes, tan solo eso... En los meses que promete el nuevo año me conformaría con menos: aprender por fin a fijar prioridades y a prescindir de lo accesorio; hacer verdadera limpieza por fuera y por dentro; poner orden.

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