jueves, 23 de octubre de 2008

ENCUENTRO INTERGENERACIONAL DE POESÍA MUY ACTUAL

Ah cuánta falsa pose!
-lamentó ella.
Uf, y cuánta perilla ilusa!
-añadió él.
Y cuánto endecasílabo sin alas
silbando en el balcón de la soberbia!
-unisonaron ambos,
después de los aplausos extasiados
al postrero cantor de la experiencia.

Y
discretamente
se ausentaron los dos,
y follaron de nuevo en la 507,
sin condón ni esperanza,
a tientas por si acaso,
a ratos verticales,
poetisos y tiernos,
casi en serio
follaron.

9 comentarios:

Sebastián Mondéjar dijo...

Escribo esto una hora después de dejar un comentario más arriba, en "A las tres serán las dos", con la intención de procurar sustentar lo que allí he dejado 'caer' sobre este poema (que supongo reciente aunque no lo parece, porque sentí un 'dejà vu' tras leer "Y cuánto endecasílabo sin alas / silbando en el balcón de la soberbia!").

Si no lo entendí mal, la sinopsis es esta: en una lectura de poesía a cargo de un reconocido poeta de la experiencia, con la sala rebosante de devotos (a la par que pelotas) seguidores, un hombre (¿maduro él?) y una mujer (¿joven ella?), si duda también poetas, coinciden en sus despotriques y se marchan para echar en la habitación de un hotel un polvo que, sinceramente, deja mucho que desear.

Es mi sola opinión, pero creo que con este poema nos dejaste bastante perplejos a todos los retaleros. En principio, no me pareció precisamente un encuentro intergeneracional de poesía muy actual que digamos. Por otra parte, si "follaron de nuevo", se trató, en todo caso, de un reencuentro.

Además: en una situación así difícilmente pudieron ambos ausentarse "discretamente". Y una cosa es la "falsa pose" (¿hay poses verdaderas?), pero ¿son acaso quienes usan perilla más susceptibles de dejarse engañar? ¿Qué pasa con los calvos como yo?

Resumiendo, tengo la sensación de que el poema, en parte, peca de aquello que denuncia y que, en su afán de desmarcarse, destila también cierta arrogancia.

Por cierto, ¿a quiénes, finalmente, se intenta ridiculizar? Porque ¡qué mal suena eso de "poetisos y tiernos"!

¡Salud y caña!

Pedro López Martínez dijo...

Sebas, es muy de agradecer que le entres con tanta valentía al trapo de este poema atípico y atópico, verdaderamente provocador.
Voy a rumiar tus reparos (tan legítimos como razonables) y emplazo una respuesta para dentro de unos días, no para justificarme o para defender nada (actitud absurda, por lo demás), sino para aclarar mis motivaciones e intenciones, que las hubo, aunque tal vez malogradas por mi impericia al ejecutar los versos.
A ver si, entre tanto, Maestro, hay algún otro "retalero" que se atreva a entrarle a este trapo con el arrojo con que tú lo has hecho, sea en una dirección o en la contraria (yo, como el toro hernandiano, me crezco en el castigo).
Salud!

Sebastián Mondéjar dijo...

Pedro, gracias a ti por ser tan tolerante y comprensivo y encajar con tanta elegancia mis reparos. El poema es atípico y atópico, pero creo que lo que cuenta no es nuevo. Tampoco se trata de impericia: formalmente es impecable. Yo también he escrito 'artefactos', Pedro. Desahogan, pero no van a ninguna parte... Mis reparos obedecen a que estoy cansado precisamente de provocaciones, de frivolidades, de desconfianzas, de la manida e insaciable lucha entre poetas o artistas de una u otra tribu. Te lo dije la otra noche: que cada cual escriba como le dé la gana y que cada cual se quede con lo que más le guste. A veces nos dejamos seducir más por los ruidos que por la música y perdemos demasiado el tiempo poniendo verdes a los demás en vez de hablar de lo que nos emociona, de lo que nos alimenta, de lo que nos hace mejores...

Otra cosa: algunos amigos músicos me llaman cordial y respetuosamente "maestro", lo que siempre me ha parecido excesivo (aunque he acabado por acostumbrarme). Pero, por favor, si lo haces tú (aunque mejor no lo hagas)¡escríbelo al menos sin mayúsculas, que me da el telele!

!dulaS

Miguel Ángel Orfeo dijo...

Mi apreciación es muy similar a la de Sebastián. Formalmente, no le pongo reparos, incluso me parece brillante el hecho de que los dos endecasílabos hablen de sí mismos, y algo más que elocuente la contraposición entre el gentío extasiado de la primera estrofa y el posterior íntimo encuentro en la segunda. Pero, en cuanto al contenido, me suceden fundamentalmente dos cosas: por un lado, el asunto se me antoja tedioso, y por el otro, la resolución me parece anodina, por más interpretaciones que le busque, es decir, ya sea la coyunda por aburrimiento, ya sea esta un poema en las antípodas del recital al que asistieron. Aparte de esto, no le encuentro significado ni al condón ni a la esperanza, y el neologismo “poetisos” tiene cierta carga... ¿sexista? (A ver, Carmen, tú qué opinas) que no me acaba de convencer. En resumen, y a diferencia de aquel otro poema del profesor que miraba por la ventana sus cíclicos octubres, este sí que me ha parecido una bagatela muy bien ejecutada.

carmen dijo...

Entro en el juego por tu requerimiento, amigo Orfeo y sé que me arrepentiré en cuanto oprima la tecla de "publicar comentario", siempre me pasa, suelo deja mis comentarios a una hora en que ya solo soy media persona y lo hago sin releerlos porque si lo hiciera, los anularía inmediatamente. Paso mucha verguenza cuando días después leo lo que dejé yo y lo que dejáis vosotros que invariablemente me parece mucho más pertinente y brillante que mis opniones y, a diferencia de lo que yo hago, os molestáis en poner los puntos y las comas en su sitio.
Bueno, y después de buscar vuestra benevolencia, entro en el asunto: Para empezar diré que creo conocer las motivaciones de Pedro y, en general, de qué va este desahogo (la principal carencia del poema es que es un desahogo y se nota mucho), me hice parecidas consideraciones a las de Sebas y creí encontrar algunas respuestas y otras me las imaginé. Supongo que la 507 es un código entre los personaje del "artefacto" y, siceramente, no he hallado explicación a lo de "intergeneracional" (o sí,pero preferí desecharla. Y en cuanto a lo de "poetisos"... menos mal que no tenía a mano a Pedro cuando lo leí. Siempre me he negado a ser llamada poetisa.Me parece prepotente, paternalista y misógino por lo que proclamo la bondad de la palabra "poeta" que acaba en a y, como todo el mundo sabe, es la forma del femenino en español. Así que, Pedro, me pareció infame que la retorcieras hasta ese punto de masculinizar el t´rmino porque confirmaba todas mis sospechas de prepotencia, paternalismo y misoginia. Ya sé que en absoluto era tu intención ofender la sensibilidad feminista de tus lectoras y por éso decidí que el mejor desprecio es no hacer aprecio y no dejé ningún comentario
¿Respodo a tu pregunta, Orfeo?
Me alegro mucho de que después de tantos meses nos demos por reconocidos. Saludos a todos.

carmen dijo...

Por cierto Orfeo, ya puedes llamarme Mamen

Miguel Ángel Orfeo dijo...

Gracias, Mamen, también yo me alegro de haber conocido a gente tan maja como vosotros en este rinconcito virtual que nos brinda el amigo Pedro. Quiero que sepas que tus comentarios a mí me parecen tan brillantes y/o pertinentes como los que deslizan cualquiera de los “retaleros”, y además creo que tienen un plus añadido de desenfado que al blog le viene muy bien, así que no entiendo la vergüenza que dices sentir cuando te lees. Yo sí que siento un poco de vergüenza al dejar mis opiniones, pues no se me escapa que, obviamente, todos os conocéis entre sí y hay ciertos códigos de amistad que no están a mi alcance, y entiendo que esos códigos, esas vivencias comunes, también a veces sirven para interpretar la obra o saber a qué confianza atenerse. Ni que decir tiene que yo esa confianza, aunque soy de naturaleza tímida, me la tomo desde la sinceridad, así que, si alguna vez meto la pata (los tímidos somos muy dados a no atrevernos a mostrarnos tímidos, y así es como la fastidiamos) siempre será desde la inocencia.
Verás, Mamen, invoqué tu opinión porque vengo observando que estás muy sensibilizada con el asunto. Te aseguro que yo también, no sólo por añorar un mundo más igualitario en todos los sentidos, sino porque creo que el propio machismo les amputa a los hombres muchas cosas. No obstante, considero que a veces te muestras un pelín susceptible, aunque, por otra parte, lo comprendo. Respecto a la carga, sexista o no, de la palabra “poetisos” utilizada como adjetivo, pues parece evidente que alude a cierta sensibilidad poético-amorosa atribuida al común de las mujeres que escriben poesía. Yo también odio ese cliché ganado a pulso por un pasado represivo, y aunque creo que es a él al que Pedro quería referirse de algún modo, considero que tal neologismo, de puro antipático, resulta desafortunado per se. Pero tengo mucha curiosidad por conocer esa explicación que él mismo nos anunció.

Un abrazo, amiga.

carmen dijo...

Orfeo, yo también ardo en deseo (¡¡¡ Señor, que frase!!!) de conocer los argumentos de Pedro. Vamos Pedrito, que ya ha pasado una semana y supongo que estos días te han dado la oportunidad de reflexionar, ja,ja,ja(recíbase esta risa con el tono gutural que exige la fecha)
PD: Orfeo, aprte del mojito virtual, esta noche celebro una fiesta de Día de Difuntos en la que leeremos la famosa leyenda de Becquer y comeremos gachas con arrope y calabazate a las que estás virtualmente invitado.

Pedro López Martínez dijo...

Paciencia. Mis abogados y yo estamos preparando la defensa con sumo cuidado, intentando no dejar ningún cabo suelto. Cuando haya algo relevante al respecto, convocaré a los medios y daré la cara.
Salud!