jueves, 24 de octubre de 2013

¡BUENOS DÍAS!

Ya sé que solo es una fórmula de saludo, una manera de establecer el contacto por medio del lenguaje o, más aún, un simple hábito de educación. Habrá quienes hoy precisamente prefieran devolver las mismas palabras estranguladas entre dos grandes interrogaciones (¿buenos días?) o que tal vez las dejen escapar de sus labios casi escupiendo esos tres puntitos que suspenden cualquier presagio optimista (buenos días...). Pero ahí están, y no es malo pronunciarlas entre signos de júbilo, porque igual que un paso se encadena con el siguiente para construir el camino, también cada palabra pone su lucecita en la que vendrá después, edificando así la frase, el párrafo, el sucesivo texto de la vida.

1 comentario:

Juan Ballester dijo...

Ya buenas noches Pedro, pero muy BUENAS. Bienvenido.