viernes, 30 de diciembre de 2011
MOMENTOS DE ORO
Tanto leer y tanto escribir, tanto indagar en una y otra dirección, tanto perseguir quimeras, tantos conatos de definición de la felicidad, y de repente descubro en esto lo más valioso que me ha enseñado el año que ya expira.
jueves, 29 de diciembre de 2011
LOS PAPALAGI NO TIENEN TIEMPO
En Europa hay realmente poca gente que tenga tiempo, puede incluso que ninguna. Esa es la razón por la que corren por la vida como una piedra lanzada. Casi todos mantienen sus ojos pegados al suelo cuando caminan y balancean sus brazos para llevar mejor el paso. Cuando alguien los para, le gritan malhumoradamente: ¿Por qué me has parado?, ¿no ves que no tengo tiempo?
Con toda su fuerza y todas sus ideas, los Papalagi intentan ensanchar el tiempo tanto como pueden. Usan agua y fuego, tormentas y relámpagos del firmamento, para refrenar el tiempo. Ponen ruedas de hierro bajo sus pies y dan alas a sus palabras, sólo para ganar tiempo. ¿Y para qué sirve todo ese trabajo y esos problemas? ¿Qué hacen los Papalagi con su tiempo? [...] El tiempo resbala de sus manos como una serpiente deslizándose, porque tratan siempre de agarrarse a él. No permiten que el tiempo venga a ellos, sino que lo persiguen. [...]
¡Oh, mis hermanos amados!, nosotros nunca nos hemos lamentado del tiempo. Lo hemos amado como era, sin perseguirlo ni cortarlo en rebanadas. Nunca nos da preocupación o pesadumbre. Si hay entre vosotros alguno que no tenga tiempo, que hable. Nosotros tenemos tiempo en abundancia, siempre estamos satisfechos con el que tenemos, no pedimos más del que ya hay y siempre nos basta. Sabemos que alcanzamos nuestras metas a tiempo y que el Gran Espíritu nos llamará cuando perciba que ya es nuestro plazo, incluso si no sabemos el número de lunas consumidas desde la primera.
Debemos liberar de sus desilusiones al engañado Papalagi y devolverle el tiempo. Cojamos sus pequeñas y redondas máquinas del tiempo, aplastémoslas y digámosle que hay más tiempo entre el amanecer y el ocaso del que un hombre ordinario puede gastar."
Tuiavii de Tiavea, jefe samoano (hacia 1929)
miércoles, 28 de diciembre de 2011
CALLE LEALTAD
Regresaba yo a mediodía por esa callecita cuyo nombre siempre me ha llamado la atención, y, de frente, venía una mujer a la que le faltará muy poco para doblar mi edad. Ella se ha parado delante, a dos pasos de mí, cuan menuda es, y me ha dicho la frase de arriba con una gracia simpática, si se me permite el epíteto. Yo he indagado que cómo es eso y, quitándome las gafas de sol para que me reconociera mejor, he añadido que dónde vive y cómo se llama mi duplicado, porque no es la primera vez que alguien me descubre en esta ciudad (también me ha ocurrido en otras partes, es cierto) mi increíble parecido físico con otro individuo.
-Mi yerno se llama Juan Francisco Marín Belando y vive ahí cerca, en el barrio de Santiago El Mayor.
Yo esperaba que, con el paso de los segundos y la proximidad, la mujercita se apercibiría de alguna diferencia entre el otro y yo; pero se ha despedido muy segura de su observación, felicitándome las pascuas con esa gracia simpática que ya la define e insistiendo en sus palabras iniciales:
-Si le hago la foto a usted, le digo que sale él, mi yerno.
jueves, 22 de diciembre de 2011
LA ESPAÑA AZAROSA
miércoles, 21 de diciembre de 2011
AMIGOS
Yo nunca supe con exactitud -ni lo sabré jamás, me temo- en qué dominio del lenguaje se dirime el significado de esta ni de otras palabras emocionales que no suelo usar a la ligera, quizás porque soy muy pudoroso con las etiquetas verbales, y cuando las coloco lo hago con la absoluta vocación de comprometerme por entero, de no defraudar ni defraudarme, aunque luego el discurso de la vida nos zarandee a su antojo y nos obligue al examen de conciencia.
Ahora la moda de las redes sociales contabiliza a los amigos por millares, parece que todo vale para engordar la generosa ubre del concepto, como si cualquier tipo de relación humana tuviera acceso a la intimidad cómplice que uno presupone a la amistad. Yo, más restrictivo y más prudente -¿más sensato?-, observo mi mano abierta y me reconforta advertir que sus dedos cuentan apenas la solidez de dos, de tres personas amigas, y me repito que podré sentirme honrado de que al menos esas tres o esas dos quieran decirlo de mí, y asumo la bonita expectativa de que aún me queden dedos para añadir un par de amigos más; pero amigos de verdad.
martes, 20 de diciembre de 2011
SÁBATO (O SABATO)
Al hombre Ernesto Sábato (o Sabato) lo vi en el paraninfo de la universidad de Murcia el día que le concedieron el honoris causa, allá por el mes de mayo de 1989. Después, claro, frecuenté El túnel, esa joya de novela que habré leído media docena de veces, y subrayé por todas partes El escritor y sus fantasmas, compendio reflexivo que explora el compromiso de quien escribe y el valor de verdad suprema que se ha de conceder a la imaginación literaria, al oficio de fabular. Pero hoy solo deseo rescatar para mis retales unas cuantas frases que no usurpo de sus libros, sino que las cacé al vuelo vivo de su palabra, mientras en la sala abarrotada de jóvenes se afianzaba la emoción cómplice y tronaba el fervor de los aplausos. Dijo Sábato (o Sabato):
"Las grandes novelas están hechas por instinto".
"La obra más subjetiva, si es auténtica, alcanza universalidad".
"Todo espíritu religioso, generalmente, es anticlerical; empezando por Cristo".
"La Iglesia no teme al ateo violento, sino a los indiferentes".
"Uno no escribe para pasar a la historia".
"El verdadero arte es siempre una reacción".
lunes, 19 de diciembre de 2011
NOSTALGIAS
Escribo esto porque no hace mucho constaté -supongo que ya lo sabía, pero que mi conciencia no había reparado en ello- que cada vez que visito la casa de mis padres, allá en el pueblo, y duermo en la cama que me tienen dispuesta, disfruto de un bienestar íntimo que nunca me he atrevido a describir, pero que ahora, a la luz evocadora de Primo Levi, se colma de simbología y acaso de sentido: esa es la misma cama de matrimonio (su estructura lo es, aunque el viejo colchón de lana ya fue sustituido por otro más moderno) donde yacía mi madre cuando la asistió la comadrona para traer al mundo a su primogénito.
miércoles, 14 de diciembre de 2011
EL MÓVIL
sábado, 10 de diciembre de 2011
ALEGRÍA DE SÁBADO
Desde el principio de mis días -creo que nací un viernes-, siempre preferí la promesa del sábado, reverso necesario a la tristeza que me embargaba y me embarga los domingos. Cuando era niño amaba las mañanas amplias y libres de cada sábado sin obligaciones escolares, el bullicio de las gentes en la angostura de la calle donde se instalaba el mercadillo del pueblo. Luego se me fue imponiendo la expectativa irrepetible de ir a jugar nuestro partido contra los muchachos de otro barrio, siempre en campos improvisados de cemento o de tierra, con dos pedruscos por toda portería, sin árbitro ni público, sudando camisetas sin el número ni el nombre de ningún ídolo, mas con nuestro sueño anacrónico de imitar en su regate y su remate a los héroes de entonces (Camacho, Breitner, Pirri, Santillana; Asensi, Neeskeens, Rexach, Johan Cruyff...). Después llegó la época de los deseos inmediatos, de la urgencia por vivir el vértigo insensato de tantas tardes y noches de los sucesivos sábados que ya se me extraviaron poco a poco tras su nebulosa de alcohol y de tabaco.
Hoy he llevado a mi hijo a su cita con el balón, poseído por una variedad de la alegría que es, sin duda, deudora de la de otros sábados de antaño; y él, enorme sobre sus diez años de vida, pisando el césped artificial de un campo reglamentario y con porterías de tres palos y red, ha querido colmar la nostalgia creciente de su padre con la dicha indiscreta de su gol. Ni que decir que hemos ganado este partido.
jueves, 8 de diciembre de 2011
JORGE, ARTISTA VERDADERO
miércoles, 7 de diciembre de 2011
MISÓGINOS O GINOFOBOS
El libro de la risa y el olvido, Milan Kundera
lunes, 28 de noviembre de 2011
BRUTAL
jueves, 24 de noviembre de 2011
DEMOCRACIA
"Maravilla que no tiene ya nada que ofrecer, la democracia es, a la vez, el paraíso y la tumba de un pueblo".
domingo, 20 de noviembre de 2011
EL BESO Y LA TAZA
Me he despertado pensando en el beso y en la taza, y he constatado que por desgracia aún hay en este país miles de individuos que arrojarían su taza hirviendo contra un beso, sea del género que sea. Y sé que esos energúmenos, cuando hoy introduzcan su invariable papeleta en una urna, estarán legitimando la taza y proscribiendo el beso, aparte de otras muchas causas excluyentes cuya sola mención me provoca urticaria. Aunque mi desengaño y mi indignación no tenían muy claro si votar o no, acabo de decidir que sí, que ahora mismo me voy al colegio electoral y que me decantaré simbólicamente contra la taza de aquel domingo de julio en Madrid. Y a favor del beso, por supuesto.
sábado, 19 de noviembre de 2011
LOS ANIVERSARIOS
martes, 15 de noviembre de 2011
ELIMINAR CONTACTOS
Ayer se me ocurrió abrir mi carpeta de contactos y revisar uno a uno los 97 que guardaba; de algunos había olvidado hasta la identidad de quien pudiera estar detrás, de otros muchos atisbé apenas la vaga intención comunicativa que los pudo haber depositado ahí, de la mayor parte me sorprendió que hiciera ya tantos años que ni los había usado yo ni se habían asomado ellos a la paciencia de mi bandeja de entrada. Urgido por un resorte que no sé si llamar "impulso depurativo", señalé unos veinticinco y pinché en eliminar, luego quince más y pinché en eliminar, después diez, y otros diez, y alguno más que se resistía a cualquier criterio, y pinché en eliminar... Al fin comprobé que salvaba 29, una cifra sin redondez ni encanto. Siento que todavía sobra la mitad de 30.
viernes, 11 de noviembre de 2011
EL CULO DEL PODER
jueves, 10 de noviembre de 2011
AL BORDE...
La identidad, Milan Kundera
lunes, 7 de noviembre de 2011
LA RAZÓN DE LA SINRAZÓN
Leo en una hoja de periódico atrasado que el historiador Fernando Prado está decidido a dar con los huesos (con lo que quede de ellos) del insigne Miguel de Cervantes Saavedra, sepultado en el año de 1616 en algún lugar del convento de las Trinitarias de Madrid. Está previsto que el proyecto de búsqueda dure unos dos meses y que alcance un coste aproximado de 100.000 euros, pues aparte de la cuadrilla de operarios habrá que echar mano de un moderno georradar para que se rastreen los muros y el suelo.
Objetivamente, me parece una empresa más propia de arqueólogo que de historiador, si bien es cierto que tanto el uno como el otro acaban alimentando su ciencia con los despojos del pasado, en este caso con los restos de un grande de la literatura que ni sabe ni entiende la razón de la sinrazón que ampara este empeño, ni puede protestar que lo dejen tranquilo en la paz de su criadero de malvas. Me pregunto si vale la pena remover la tierra tranquila de los muertos cuando no existe una causa ética justificada. Me pregunto de qué nos sirve a los hombres y mujeres de hoy o de mañana conocer el lugar exacto de un cuerpo que murió cinco siglos atrás. Me pregunto qué número de criaturas de ojos limpios aliviarían su hambre y su sed durante todo un año si contaran con la gestión óptima de un donativo de 100.000 euros.
sábado, 5 de noviembre de 2011
SUSANA Y LA LENTITUD
La curiosidad que quiero significar es que, conforme leía la segunda, se fue solapando en mi pensamiento una pequeña extravagancia de la primera, de modo que en ambas ha querido imponerse -extraña casualidad, conexión chocante- un cierto discurso o referencia lateral a las moscas, ese molesto animalillo. Si Pío Baroja habilita un personaje obsesionado con inventar un aparato que acabe de una vez para siempre con estos insectos y que apela con sus peculiares guiños humorísticos a una supuesta sociedad de cazadores de moscas, Milan Kundera sitúa la acción de su relato en un castillo convertido en hotel donde se celebra un congreso de entomólogos, uno de los cuales viene a presentar y no presenta una especie desconocida de mosca que él había descubierto y bautizado como Musca Pragensis.
Lo que antes me pareció un azar reseñable, noto ahora, mientras lo releo ya trasladado a mis palabras, que tal vez ha perdido su consistencia originaria. Pero ahí queda.
jueves, 3 de noviembre de 2011
VUELTAS DE TUERCA (y 2)
Pero, por encima de toda variación, sostengo, como principio definitivo, que puede más el que hace que el que quiere.
miércoles, 2 de noviembre de 2011
VUELTAS DE TUERCA (1)
El hombre no viene del mono: regresa progresivamente a su encuentro.
El hombre es un hombre para el lobo.
martes, 1 de noviembre de 2011
LA DESPEDIDA
Ese mismo día pudo venir conmigo al cementerio aquel primo con quien soñé por última vez la semana pasada, aquel de quien me despedí una tarde de domingo sin sospechar que me despedía para siempre, aquel que se despidió en los salones de mi boda sin sospechar que se despedía para siempre. El 4 de diciembre próximo se cumplirán diecisiete años.
viernes, 28 de octubre de 2011
EL CARRO DE LA CELEBRIDAD
"Mario Vargas Llosa a almorzar en casa, con Patricia y sus dos hijos. Uno de los tantos encuentros esporádicos, en los últimos años, desde que, digamos, subió al carro de la celebridad. Difícil comunicación, a pesar de la presencia de Alfredo Bryce. En MVLL hay una afabilidad, una cordialidad fría, que establece de inmediato (siempre ha sido así, me doy cuenta cada vez más) una distancia entre él y sus interlocutores. Noté esta vez, además, una tendencia a imponer su voz, a escuchar menos que antes y a interrumpir fácilmente el desarrollo de una conversación que podía ir lejos. Quizás esta especie de indiferencia o de olímpica capacidad de flotación -estar presente y al mismo tiempo no estarlo- sea un privilegio del talento. Todo esto naturalmente hace de él una persona impenetrable. Tengo la impresión de que cuando uno alcanza cierta fama vive más para los artículos, las relaciones mediatas de la nota, la correspondencia, el coloquio multitudinario de un congresso literario, la entrevista, etc., que para la relación directa de persona a persona. Entre el hombre célebre y el mundo se tiende o se extiende un mundo de papel, una cortina libresca, letresca, de comentarios, citas, glosas y exégesis que en definitiva contienen y aíslan al hombre de la realidad para colocarlo en una especie de Olimpo del cual es difícil hacerlo descender para situarlo en el plano de la simple humanidad. Todo esto unido, claro, a un gran aplomo, una seguridad que convierte en apodícticas las más leves de sus observaciones. MVLL da la impresión de no dudar de sus opiniones. Todo lo que dice, para él es evidente. Él posee o cree poseer la verdad. No obstante, conversar con él es casi siempre un placer por la pasión y el énfasis que pone al hacerlo y su tendencia a la hipérbole, lo que hace de su discurso algo divertido y convincente".
sábado, 22 de octubre de 2011
CAÍN SEGÚN SARAMAGO
jueves, 20 de octubre de 2011
AÑOS DE VIDA
Esa tarde tuve la certeza de haber perdido varios años de vida.
lunes, 17 de octubre de 2011
CATA FAVORABLE
El texto que sigue lo leí hace poco, en internet, buscando aposta referencias sobre su autor, de quien no tenía ninguna noticia hasta que me llegó su nombre por un par de vías fiables. Es el misterio del boca a boca, supongo, porque esta breve muestra captó de inmediato mi atención, me sedujo con una naturalidad contagiosa, y ahora soy yo quien pasa el relevo y la voceo a mi modo. Al parecer, Iñaki Uriarte escribe diarios:
"He estado en la cárcel, he hecho una huelga de hambre, he sufrido un divorcio, he asistido a un moribundo. Una vez fabriqué una bomba. Negocié con drogas. Me dejó una mujer, dejé a otra. Un día se incendió mi casa, me han robado, he padecido una inundación y una sequía, me he estrellado en un coche. Fui amigo de alguien que murió asesinado y fue enterrado por los asesinos en su propio jardín. También conocí a un hombre que mató a otro hombre, y a uno que se ahorcó. Sólo es cuestión de edad. Todo eso me ha sucedido en una vida en general muy tranquila, pacífica, sin grandes sobresaltos".
viernes, 14 de octubre de 2011
CAQUIS
miércoles, 12 de octubre de 2011
OYERON PASSAR PAXAROS
lunes, 10 de octubre de 2011
CONCURSOS
Cuántas veces habré sucumbido a ese proceso en el que no creo, en el que jamás creí, y cuántas me habré jurado que nunca más, que mis versos y mis narraciones nacen de la necesidad íntima del arte con mayúscula y que no debiera exponerlos a la trampa de la competencia, chuleándolos por una triste cifra o por una mala publicación.
Pero el tiempo pasa con la impasibilidad de la sentencia latina, y la hora del reconocimiento no llega ni se atisba, y los agentes que todo lo negocian van retrasando su juicio, y los que se llaman editores ni siquiera responden a esas cartas donde nadie más que yo parece apreciar la cuantía de mi talento. Y entonces uno se resigna entre comillas, y uno se vuelve a ilusionar entre paréntesis cuando le caen en las manos las bases del enésimo concurso, y se somete al mismo ritual y a la misma farsa con espíritu renovado, y, mientras se sienta a esperar lo que ya no tiene espera, una punzada le confirma que su alto sueño de juventud ha caído otro escalón: aquel sueño ya vive casi a ras de la tierra que lo vio surgir.
sábado, 8 de octubre de 2011
¿ALGÚN SENTIDO?
Sé que no significa nada que pueda ir más allá de una mera coincidencia, pero yo mismo lo presidí ayer en una clase y estoy seguro de que sus dos protagonistas lo habrán comunicado con sus familias y que se pasarían la tarde del viernes y buena parte de este sábado dándole vueltas y tratando de encontrarle algún sentido, porque su juventud todavía ignora que el azar y la casualidad se alimentan de lo que no tiene un sentido.
Es un grupo de treinta y un alumnos y alumnas de entre doce y trece años, pero hay que constatar una ausencia: como se sientan por parejas, se advierte de un vistazo que una chica de la última fila está sola y que en la primera fila también se quedó soltera otra chica, así que el profesor invita a aquella a tomar asiento junto a esta, la de delante, para que nadie quede aislado, al menos por este día. La clase transcurre según lo previsto, de modo que cuando faltan unos diez minutos se retoma el tema de las autobiografías, un proyecto de creación que se inició con la semana y que se ha de continuar con un segundo capítulo, ese que versa sobre "El día en que yo nací". Aclaradas las dudas acerca del aspecto formal de los escritos, del enfoque que hay que darles, de los contenidos que se pueden aprovechar, de cómo se organizará la información recabada tanto de los propios padres como de las bases documentales de Internet -esa enorme hemeroteca-, suena el timbre de las once y todos se levantan para bajar al patio de recreo.
Todos, sí, excepto las dos alumnas que reunió el azar en la primera fila, quienes apenas se conocen y de repente han sabido que las dos nacieron el 10 de abril de 1999, el mismo sábado en que la ciudad clausuraba sus fiestas con el tradicional Entierro de la Sardina. ¿A qué hora se produjeron los nacimientos respectivos? ¿Sucedería el parto en el mismo hospital, con la misma comadrona, por manos del mismo ginecólogo...? Admitir la probabilidad de un sí sería excesivo, una concesión tal vez demasiado literaria. El próximo lunes lo sabremos.
martes, 4 de octubre de 2011
VINDICACIÓN DE LEÓN FELIPE
"Así es mi vida, piedra, como tú”…
Embotado, incapaz de emprender cualquier tarea, tullido para imponerme un orden de prioridades y asumirlas funcionarialmente, salí de camino al centro y la misma inercia de antaño me condujo hasta ese último rincón, entre expositores y anaqueles y columnas, que un librero de la ciudad reserva aún a las publicaciones de poesía, donde se respira un aire clandestino, casi mórbido.
…“como tú, piedra pequeña”…
De pronto se afianzó en la palma de mis manos el ejemplar de Visor con todos los poemas de León Felipe, el mismo volumen que tantas veces estuve a punto de adquirir y que siempre se me resiste, no sé explicarme por qué ni por cuánto tiempo aún.
…”como tú, piedra ligera”…
Lo transité con la parsimonia embelesada de otra vida, poseído por un resto de aquella fe de juventud que ya no volverá a pertenecerme como entonces, degustando el discurrir sencillo de una voz que siento gemela, deteniéndome en los mismos versos de siempre, repitiéndome para mí y para nadie que nunca he dejado de conectar con este hombre, con este nombre que hace tanto se debate en el limbo de nuestra memoria poética, un hombre y un nombre que, apenas de tarde en tarde, me apetece reivindicar ante los más legos.
…“como tú, canto que ruedas por las calzadas y por las veredas"…
Regresé con las manos vacías, mas regocijado en la música de aquellos versos.
domingo, 2 de octubre de 2011
NO REGRESES, ULISES
Volver para contarlo, para no ceder al olvido: el regreso -de Ulises, de Totó, de tantos otros- solo se justifica en el relato, a través del relato.
miércoles, 28 de septiembre de 2011
HASTA A MÍ MISMO...
El divino fracaso (1918), Rafael Cansinos-Asséns
domingo, 25 de septiembre de 2011
VERBA MANENT
Durante los últimos veinte años he escrito algunos discursos cuyo objetivo inmediato fue pronunciarlos, en vivo y en directo, ante un aforo tan escaso como variopinto, textos que nacían del encargo amistoso o de cualquier otra excusa para morir desangrados en el mismo instante de decirlos, devorados por el viento del olvido. En el mismo saco, y ello pese a que alcanzaron el dudoso mérito de la impresión en letra de molde y papel, introduzco también algunos artículos periodísticos y otras colaboraciones más o menos literarias que, sin saber cómo ni por qué, se me fueron de las manos y se hicieron sitio en libros multitudinarios y en revistas de vario linaje, libros y revistas en cuya promiscuidad de páginas han de seguir aún esas reliquias efímeras. Ahora, al padre que las dejó ir y que no se acordó de reunirlas para hablarles de su sangre común, se le ha ocurrido ir en su busca y restaurarlas, aunque tal vez ya sea tarde para encontrarlas a todas.
Por cierto, el blog se inauguró ayer y lo he bautizado Verba manent.
viernes, 23 de septiembre de 2011
SANTA TECLA
jueves, 22 de septiembre de 2011
POÉTICAS DEL FRACASO
En las antípodas de la frustración y del fracaso literario no está el éxito, como suele suponerse, sino la negación del triunfo mediante una rara resistencia que suele conducir a los autores a la más cabal de las renuncias. A este respecto recuerdo que, hará dos o tres veranos, cayó en mis manos Bartleby y compañía, de Vila-Matas, un trabajo que habla de esa pléyade de escritores -cuyo paradigma podrá ser Rimbaud- que hicieron carrera y que aún conservan viva su gloria, pero que por una u otra razón un día se plantaron y dejaron de escribir y se ocultaron a los medios.
No es el caso del título que recientemente he repescado de su estante y que de alguna forma cierra el círculo de mis afinidades actuales: El divino fracaso, de Cansinos Asséns. Lo adquirí en 1997 y a los pocos párrafos interrumpí su lectura por un prurito de cobardía, pues entendí que su lucidez desengañada podía asestarle un arañazo irreversible a mis ilusiones de entonces. Hoy lo revisito y lo desgrano palabra a palabra, ganado por su perspicacia psicológica, sí, pero -y esto es lo que más me sorprende- con un desapego casi orgulloso, desde una distancia que juzgo más propia de un 'bartleby' circulando por los laberintos del No que de lo que en verdad soy, un ermitaño al que la musa le sigue siendo esquiva.
martes, 20 de septiembre de 2011
EL HORARIO
Esta mañana, de camino al trabajo, concentrado en los temas previos que debía tratar con los chicos de cada grupo y maquinando mis humildes proyectos pedagógicos para ponerlos en práctica con ellos, me ha asaltado la breve intuición de que algunos no sabemos existir sin unos ritos, sin unas obligaciones públicas, sin una disciplina que se nos imponga desde fuera y estimule y fuerce los resortes de nuestra creatividad, cada vez más perezosa o desilusionada. Algunos nos debemos a la servidumbre de un horario fijo y a unos hábitos de trabajo compartido, por mucho que a menudo nos quejemos de nuestra suerte y añoremos un tiempo de interminables vacaciones para entregarnos a nuestras aficiones particulares. Sólo así se entiende que hasta tres excompañeros recién jubilados, cada uno con más de treinta años de servicio y se supone que con unas ganas inmensas de ser libres para vivir otro modelo de vida, no hayan tenido que ponerse de acuerdo para que una rara inercia los acercara al instituto entre ayer y hoy.
viernes, 16 de septiembre de 2011
EL RICO, EL GUAPO Y EL MEJOR
miércoles, 14 de septiembre de 2011
PLANETARIOS Y CÁNDIDOS
martes, 13 de septiembre de 2011
ROMERÍA
lunes, 12 de septiembre de 2011
EL TERROR
Aquel día yo terminaba de comer y de tumbarme como solía en el sofá de casa, con mi hijo de seis meses encima, y había pulsado el mando a distancia con una vaga expectativa de sorpresa ante lo que pudiese estar pasando en este mundo. Pero me topé de repente con el comentario aturdido de Matías Prats y con esa primera impresión de que una avioneta habría chocado por accidente contra un edificio de Nueva York, de cuyas plantas más altas se propagaba una gran columna de humo visible desde toda la ciudad, y visible, también, en todas las televisiones del planeta. El segundo impacto es ya un hito en la historia de la información, porque se retransmitió en un directo tan riguroso que ni siquiera el locutor supo si era verdad lo que él y yo veíamos por primera vez y con un estupor simultáneo: aquello no estaba previsto en la programación ni formaba parte de la cabecera del noticiario, pero se había colado ya para siempre en nuestras vidas, la bola de fuego inmediata no dejaba lugar a dudas. Hasta aquí la imagen global del terror; el resto es una sucesión de vidas y de muertes contadas, de experiencias que se enristran para conjurar a los azares, de palabras que se esfuerzan en decir lo indecible.
sábado, 10 de septiembre de 2011
21 GRAMOS
Una película de 2003, escrita por Guillermo Arriaga y dirigida por Alejandro González Iñárritu, donde la estructura del azar se da un abrazo con la poética del destino para depararnos una historia llena de conexiones insospechadas -entre la paz y el abismo no hay frontera, como tampoco ha de haberla entre el cielo y el infierno- que invitan a la reflexión, y que durante un par de horas nos reconcilian con lo humano para entender y soportar algo mejor el tenue baile de letras que se insinúa entre la casualidad y la causalidad.
viernes, 9 de septiembre de 2011
SOCORRO
jueves, 8 de septiembre de 2011
INSOMNIO
viernes, 8 de julio de 2011
SUSPENDIDO POR REFORMAS
Con el final de curso y la llegada del calor, en estos primeros días de julio me ha sorprendido una desconfianza que me neutraliza, un desapego verbal que ni siquiera podría ampararse en la pereza o en la ausencia de ideas, sino en la sensación creciente de que todo lo que escribo ya fue escrito, de que mis devaneos reflexivos han adoptado poco a poco el molde de la trivialidad, de que ante la falta de motivación que me embarga suelo naufragar como un insensato en la misma receta elegíaca que gasta un amplio y actualísimo sector de versificadores autóctonos. O acaso es que me ha vencido una fiebre tan simple como el hartazgo de incertidumbre, esto es, el empacho que se deriva de pretender lanzar a la blogosfera mi mensaje en la botella con una inmediatez periódica que paradójicamente no encuentra la respuesta ni el debate inmediatos. Ahora ya pienso en alguna salida, en las incontables alternativas posibles para no echar el cierre definitivo. Pero necesito tiempo, y me lo voy a tomar.
Disculpen las molestias. Gracias singularizadas, a cada uno y a cada una, por la complicidad y por el desacuerdo, por las opiniones vertidas, por los gestos... y, en fin, por haber estado ahí. Salud!
domingo, 26 de junio de 2011
MIL COSAS SECUNDARIAS
Hoy, hace unos minutos, tras varias semanas abocado al placer irrepetible de saborear los universos sutiles de Gustave Flaubert en La educación sentimental, casi al final, justo en la página 608 de mi edición, me he topado con esas mismas palabras y he sentido el impulso antiguo de subrayarlas en rojo, como si todo el proceso de mi lectura se sostuviera sobre un extravagante reencuentro que ya se prolongaba más de veinte años. Se me ha ocurrido que entre ambas citas que sin embargo son una y la misma se alza un paréntesis inequívoco, uno de los tantos que abren y cierran nuestros pasos por el mundo; y me he preguntado, pese a que el lector de hoy no es ni por asomo el lector de ayer, si entre aquel joven universitario y el adulto que ahora escribe podrá siquiera atisbarse algún espacio de sentimientos educados -llámese madurez, si se prefiere.
Después, febrilmente, he leído las cinco páginas del último capítulo y me he permitido anotar otra genialidad casi epilogal, casi póstuma:
"Y resumieron sus vidas.
Ambos las habían malogrado, tanto el que había soñado con el amor como el que había soñado con el poder. ¿Cuáles podían ser las razones?
-Quizá haya sido por falta de una línea recta -dijo Frédéric.
-En cuanto a ti, es posible. Yo, al contrario, he pecado por exceso de rectitud, sin tener en cuenta que hay mil cosas secundarias que son más fuertes que todo. Yo tenía demasiada lógica y tú demasiado sentimiento.
Acusaron luego al azar, a las circunstancias, a la época en que habían nacido".
sábado, 25 de junio de 2011
RELACIONES INTERMITENTES (11)
jueves, 16 de junio de 2011
COMO UNA MUTANTE
Este fragmento de Julio Cortázar (ignoro la fuente exacta) lo escribí a mano en un folio suelto, no recuerdo dónde ni cuándo, o tal vez sí: en un aula de la Facultad, en algún seminario de algún curso de Doctorado. El otro día arrojé al contenedor de papel varios kilos de apuntes y de fotocopias de aquel tiempo, casi todos subrayados y anotados en azul y rojo, y luego estudiados para rendir exámenes u oposiciones; en fin, incontables horas de secretos afanes. Ante la expresión interrogativa de mis padres, que no daban crédito a tal volumen de desprendimiento, sentencié: hay que tirar lastre para seguir avanzando, para seguir creciendo.
Pero este folio con esta cita de Julio Cortázar parecía estarme esperando más de dos décadas, milagrosamente inmaculada dentro de un archivador y con algunas apreciaciones, sin duda prescindibles, debajo:
- Silogismo en forma de tríada hegeliana.
- En arte, el término 'evolución' ya no sirve, porque se opone a 'creación'.
- Cortázar ve la novela como una mutante, lo que significa dos cosas al menos: que ya tiene suficiente historia como para ser tenida en cuenta; y que a partir de ahora solo cabe su mutación, el cambio cualitativo o cuantitativo, siempre hacia adelante.
Me pregunto qué quise decir con todo eso que hoy no acabo de entender, qué profesor olvidado lo insinuó desde su tarima para que mi bisoñez de entonces lo trasladara al folio. Y, sobre todo: ¿por qué el otro día lo rescaté de entre tantos mamotretos fatigados que mis manos ya no volverán a tocar, nunca más?
viernes, 10 de junio de 2011
RESOLUCIÓN, POR SIEMPRE
Resolución de ser feliz
por encima de todo, contra todos
y contra mí, de nuevo
-por encima de todo, ser feliz-
vuelvo a tomar esa resolución.
Pero más que el propósito de enmienda
dura el dolor del corazón.
J. GIL DE BIEDMA
lunes, 6 de junio de 2011
LOS ALBARICOQUES
Llega este tiempo con sus amaneceres tibios y con su luz nueva que se anticipa al verano del calendario, y es como si a uno le destaparan el frasco de las sensaciones adormiladas y todas se fundieran en la nostalgia unívoca de una imagen, de un sabor, de una cultura que se aleja.
Ya en la primera edad, pero sobre todo en la adolescencia, los muchachos salíamos a los caminos que dibujaban la huerta -aquella huerta de la que se alimentaba aquel pueblo- para alcanzar como un regalo la primicia del fruto verde, su textura de cáscara agria. Poco a poco, los árboles se iban cargando de jugosas bolas amarillas que de un día para otro pretendían disfrazarse de rojo, y entonces a los muchachos dejaban de interesarnos porque ya había desaparecido la emoción de las primeras veces, esa inquietud de novedad cíclica que infaliblemente regresaba año tras año. Mientras maduraban en lo alto de las ramas, nosotros, los de entonces, raspábamos los huesos para fabricar silbatos o nos pasábamos las horas muertas de la siesta ensayando con ellos juegos austeros sobre las baldosas, juegos fáciles como el de las tres en raya, u otros que la fragilidad de mi memoria habrá extraviado en las galerías del olvido. Durante una o dos semanas, muchos chicos de catorce o quince años dejábamos de acudir al colegio para ayudar a nuestras familias en la tarea de la recolección, pues los precios que las conserveras ofrecían a través de sus intermediarios nunca fueron los más justos para salvar la temporada del pequeño productor, y, por contra, los jornales seguían subiendo y subiendo.
Cuando viajé a otra ciudad con la excusa de mis estudios, mi padre continuó acudiendo sin descanso al reclamo de sus árboles, continuó adelantándose a la luz de la mañana y transitando los caminos de la huerta en esos amaneceres tibios que colman mi evocación de tantos junios. Hoy contemplo el cesto lleno con los "abercoques" que sus manos, las manos de mi padre, han traído a mi mesa y amarillean sobre el mantel, y siento en una ráfaga de sentimientos la verdad marchita de su encanto, la promesa efímera de las labores que ocuparon aquel tiempo.
jueves, 19 de mayo de 2011
DE LA LUCIDEZ
Es alentadora la sospecha de que de vez en cuando la realidad quiere parecerse a la ficción y que incluso se apropia verosímilmente de sus fantasías más osadas: hoy se me antoja menos descabellado que ayer el sueño de una juventud -sí, sobre todo de una juventud- que no está tan anestesiada ni tan ciega como dicen, de una juventud que se sabe imprescindible para que triunfe eso que llamamos progreso social, de una juventud que intuye que con sus sentadas multitudinarias y con sus eslóganes de siempre revive el germen necesario de la rebeldía de sus abuelos, esa rebeldía que nadie, nunca, sabrá esgrimir mejor que la propia juventud.
Yo aún no sé lo que haré el domingo cuando me acerque a la urna a dejar la opinión que se me pide porque el calendario lo exige; debo ser uno de esos indecisos que barajan a diario las encuestas. Pero lo que es seguro es que acudiré con la confianza renovada, porque ahora vuelvo a creer que no todo está perdido, porque ahora me siento representado por la actitud de resistencia de esos jóvenes y de los mayores que se les suman para gritar que ya basta, y me va ganando el orgullo íntimo de poder al fin escuchar de sus gargantas el caudal de indignación durante tanto tiempo silenciado.
La novela de aquel portugués irrepetible tiene su planteamiento, su nudo y su desenlace. Lo que el domingo próximo ocurra ya ha empezado a ocurrir, ya se ramifica en todas y cada una de las voces que salen a la calle y manifiestan su verdad y me devuelven la esperanza.
miércoles, 4 de mayo de 2011
EN LA VIDA COMO EN EL FÚTBOL
Sé bien de lo que hablo: yo mismo lo he practicado muchas veces.
sábado, 9 de abril de 2011
LA FORTALEZA DEL NO
Fue en 1964 cuando Jean Paul Sartre renunció al Premio Nobel de Literatura que la academia sueca le concedía pese a sus avisos reiterados para que no se lo dieran porque lo iba a rechazar. Dicho y hecho. El revuelo fue sonado, y las razones de su no –razones políticas, según arguyó el protagonista- muy debatidas por quienes informaron del suceso y por quienes, después, animaron sus tertulias con este desplante sin precedentes. Y es que no es fácil asumir que alguien decline el beneficio económico y el prestigio intelectual de un premio que otros muchos se afanan en merecer a toda costa, como si en ello les fuera la eternidad.
Un caso parecido, en el ámbito hispánico, es el de Gabriel García Márquez, que todavía no es Premio Cervantes y que probablemente nunca lo será por la simple razón de que no quiere serlo, y no seré yo quien ahonde en razones ni quien se atreva a juzgar la pertinencia de su renuncia avant la lettre, si se me permite decirlo así. Tal actitud le ha granjeado innumerables detractores, a los que se les antoja que es de muy malnacido el no ser agradecido cuando a uno se le oferta la oportunidad indiscutible de un reconocimiento de tan alto calibre, un mérito que ya otros muchos pelearon sin pudor hasta que al fin se lo dieron, o bien murieron sin alcanzarlo, pobrecillos.
Salvando los motivos ocultos que cada cual tenga para decir sí o decir no, más allá de la estrategia paradójica que pueda esconderse tras unos noes tan mediáticos como los arriba citados, admito que la insolencia del rechazo me seduce vagamente, quizás porque, a la postre, se constituye en un acto de valentía frente al espectáculo del arte de consumo y frente a la impostura y el alarde que subyace en sus gestos. A propósito de todo esto, meses atrás me sorprendió la noticia de que un desconocido para mí, Santiago Sierra, dijera no nada más y nada menos que al Premio Nacional de Artes Plásticas, decisión que desató en los foros de debate un aluvión de posturas enfrentadas, unas a favor, otras en contra. Su carta abierta a la ministra es, a mi juicio, un derroche de coherencia, o eso me pareció en su día, aunque me consta que las interpretaciones en sentido opuesto no se hicieron esperar entre quienes conocen mejor que yo la trayectoria de este joven y laureado artista. Más allá del contexto y de la verdad íntima de las cosas, hoy yo quiero quedarme con sus palabras, con la fortaleza de su no:
“Agradezco mucho a los profesionales del arte que me recordasen y evaluasen en el modo en que lo han hecho. No obstante, y según mi opinión, los premios se conceden a quien ha realizado un servicio, como por ejemplo a un empleado del mes. Es mi deseo manifestar en este momento que el arte me ha otorgado una libertad a la que no estoy dispuesto a renunciar. Consecuentemente, mi sentido común me obliga a rechazar este premio. Este premio instrumentaliza en beneficio del estado el prestigio del premiado. Un estado que pide a gritos legitimación ante un desacato sobre el mandato de trabajar por el bien común sin importar qué partido ocupe el puesto. Un estado que participa en guerras dementes alineado con un imperio criminal. Un estado que dona alegremente el dinero común a la banca. Un estado empeñado en el desmontaje del estado de bienestar en beneficio de una minoría internacional y local. El estado no somos todos. El estado son ustedes y sus amigos. Por lo tanto, no me cuenten entre ellos, pues yo soy un artista serio. No señores, No, Global Tour. Santiago Sierra”
domingo, 27 de marzo de 2011
VAMPIROS DE GUANTE BLANCO
la mediocridad se las ingenia.
Esa frase (sentencia, intuición, aforismo, lo-que-sea...) la enhebré hace un montón de primaveras, y luego la di a imprimir en una página de mi primer libro, camuflada entre un decálogo de paridas de la misma parentela. El caso es que de vez en cuando -últimamente con mayor frecuencia- las circunstancias me obligan a repetírmela, o incluso a citarla con un pudor inexplicable, como si su verdad se hubiera instalado poco a poco en nuestro mundo y hubiera echado raíces definitivas. Pero hoy, no sé por qué, me apetece abrirla a un nuevo giro que mi inocencia de aquel tiempo nunca hubiera sospechado:
miércoles, 23 de marzo de 2011
RELACIONES INTERMITENTES (10)
-Mira, amigo Dimitri, no te aflijas, admite la verdad del suceso, por lo demás tan común a la generalidad de los mortales. Las cosas como son, no como quisieron ser. Tú te sabes frustrado porque te reconoces incapaz de poner remedio a tu destino, porque no acabas de coger las riendas. Llamo frustración a la certidumbre de que, quedándote por contar menos años de los que ya has contado, adviertes que el hombre que hoy eres no se parece en poco ni nada al hombre que soñaste ser. De ahí esa tortura, ese tormento que tu genuino autor ha calculado para ti y que te aguarda al doblar la página, esta misma noche o quizás mañana por la mañana, porque en efecto no hay ningún modo de remediar tu destino, esa alta palabra que nos vincula a los dioses.
Dimitri, cariacontecido -vocablo acorde con el gusto decimonónico de su traductor a nuestro idioma-, regresa al relato que le dio la vida.
lunes, 21 de marzo de 2011
SÍGUELA TÚ
Cuando una mañana se despertó, después de un sueño intranquilo, Cristiano Ronaldo se encontró en su cama convertido en un espantoso insecto.
-¡Dios mío, qué me ha pasado, qué son esas patitas!
[...]
lunes, 7 de marzo de 2011
UN PRIVILEGIADO COMO YO
Para ser el funcionario que soy y pertenecer a este colectivo tuve que esforzarme en un bachillerato menos descafeinado que el actual y superar una prueba que en aquel entonces merecía el nombre de Selectividad; tuve que afrontar con incertidumbres de becario un lustro completo de estudios en nuestra universidad pública, alquilando celdas por cantidades abusivas que nadie declaraba en ningún sitio; y tuve que preparar durante tres años más, bajo el sempiterno flexo de mis dudas existenciales, aquel concurso-oposición concebido para aplicar la ley de la criba, examen que felizmente aprobé compitiendo por siete plazas exactas con otro medio millar de licenciados tan voluntariosos como yo. Junto a la alegría de ver cumplido mi propósito, de repente me embargó una especie de terror: la conciencia de haber extraviado muchas horas de mi juventud medrando de la generosidad heroica de mis padres, nada menos que veintisiete años tratando de justificar para mí y para ellos la inversión más orgullosa de sus vidas.
Mientras tanto, mis colegas, los mismos que se pusieron a trabajar en cualquier negocio con la celeridad que les reclamaba la mayoría de edad y la poca o nula predisposición para culminar un ciclo de estudios superiores, ajenos a estos desvelos, cada fin de semana paseaban su automóvil por la puerta de la discoteca y esgrimían el argumento tentador de su cartera llena de billetes de color verde. Era lo justo: ellos trabajaban para su presente y yo estudiaba para mi futuro, y ya se sabe que si el futuro ostenta alguna virtud, esa es la paciencia. Salvo que cuando el tal futuro me alcanzó con una nómina de funcionario, esos mismos amigos u otros de perfil muy similar —patanes cuya hora de trabajo de albañilería no cualificada cotizaba más alto que una clase de idioma a domicilio— empezaron a recelar de la seguridad de mi sueldo fijo y de mis tardes aparentemente libres; e incluso me reprochaban, en la sobremesa de bodas, comuniones y bautizos, con la ternura diáfana que procura el alcohol a quienes desprecian cuanto ignoran, los infinitos meses vacacionales que nos regalamos los maestros de escuela.
De ahí que cuando el mandarín de turno eructa ante los medios el privilegio de ser un funcionario, a mí no me extrañe nada que el coro de abonados a la causa del agua y del ladrillo se adhiera a la indignación y no quiera ni sepa entender que, en el epicentro de esta crisis, un privilegiado como yo decida manifestarse junto a otros miles de privilegiados por la Gran Vía, esa prohibitiva calle de la ciudad. Incluso ha habido voceros que pretendían convencerme de que mi cabreo se compraba al precio miserable de esos 75 euros que ahora, dicen, reducen a la mitad, cuando lo cierto es que hay en juego cosas mucho más importantes, decisiones político-presupuestarias de las que nadie habla porque no interesa, no aquí, no ahora. Yo, que todavía no soy sospechoso de corporativismo les replicaría con palabras sencillas a quienes me escrutan como a bicho privilegiado que mis paseos vespertinos por la Gran Vía de Murcia para manifestar mi descontento no están motivados por mi pertenencia al colectivo de funcionarios, sino por el doble privilegio de ser padre de dos niños en edad escolar, dos niños a los que sé de buena tinta que les afectará el deterioro paulatino y el desprestigio institucional al que se viene sometiendo a la enseñanza pública de la Región.
Soy funcionario, sí; pero por encima de eso soy profesor, y cada día desde hace dieciséis años procuro enseñar a mis alumnos algo parecido a lo que a mí me enseñaron aquellos maestros sucesivos que nunca olvidaré, porque iluminaron mi camino para ayudarme a ser mejor de lo que era. Un pueblo que no comprende esta gratitud es un pueblo enfermo, sin alma. Y hay que estar muy ciego, si no algo peor, para no ver o al menos atisbar hacia qué modelo de sociedad conducen los últimos recortes en la educación regional, un área tan identificada con el servicio público, es decir, con el servicio al mismo ciudadano de a pie que luego sabrá quejarse de no ser bien atendido.
Pero lo más triste, lo que colma el vaso de mi escepticismo, es que quienes dicen representarme en estas lides, los cabecillas firmantes y los cabecillas no firmantes, los que antes sí pero ahora no y después quién sabe, o viceversa, apenas testimonian con sus actos y decires la desvergüenza de los intereses más primarios, los que probablemente alcanzan su verdad definitiva en el marco incomparable de un despacho bien alejado de las tizas y de los chicos y las chicas sobre los que se ensañará el mañana con el peso rotundo de la realidad que entre unos y otros les estamos forjando.
La Opinión de Murcia
martes 1 de marzo de 2011
lunes, 28 de febrero de 2011
SE PUEDE VIVIR SIN TODO
Nos habíamos sentado en un enclave de nomenclatura irrepetible, casi mágica: frente a la fachada del Museo Ramón Gaya, en la terraza de la cafetería Aromas, a dos pasos de la plaza de Las Flores. El diálogo venía a cuento de un viaje mío a Marrakech, reciente, y de las carencias seculares de esos pueblos que, como el marroquí, viven inmersos en sus particulares crisis perpetuas; y de ahí derivó, casi sin transición, hacia dominios más íntimos: le hice notar que propiedades que alguna vez nos parecieron irrenunciables, por ejemplo ciertos libros o ciertos objetos próximos, de repente dejan de estar a nuestro lado y la ausencia nos acostumbra a prescindir, o nos enseña que son prescindibles. Mientras él se liaba su cigarrillo, yo pensaba en un poema de Borges que se titula Las cosas y concluye con este par de endecasílabos: "Durarán más allá de nuestro olvido. / No sabrán nunca que nos hemos ido". Pero entonces él, el amigo músico y poeta, o el poeta amigo y músico, o el músico poeta y amigo, antes de activar la mecha y acercarla al extremo de su manufactura, me corrigió sutilmente con su habitual clarividencia:
-¿Sin nada, dices? Se puede vivir sin todo.
miércoles, 23 de febrero de 2011
23 DE TEJERO
Solo quiero añadir que se me antoja que ha pasado una eternidad desde entonces.
viernes, 18 de febrero de 2011
NOTAS SIN PORVENIR
Orégano, tomillo y eneldo (y no sé si albahaca). Patatas fritas cortadas a lo pobre, con cebolla a la juliana. Todo ello revuelto con queso.
"La verdad está en alguna parte entre el documental y la ficción" (Frank Capra).
¿Cómo ahorrar al repostar gasoil?
-Llenar por la mañana, temprano.
-Hacerlo sin que haya bajado de la mitad del depósito.
-Apretar la manguera muy flojito.
El paréntesis aclara; la raya interrumpe.
Descubrimiento inopinado de un poeta con el que, oh azares de luz, al fin conecto: José Emilio Pacheco.
¿Lo que importa de las cosas es que son, o el cómo sean?
Entre las múltiples formas que adopta el machismo, la más inquietante es la que se vuelve contra el macho.
Aquí contigo soy
como la nube lenta
que vence sobre el mundo
su presagio de pluma.
Ordenar, ordenar y volver a ordenar... Así ha sido desde que me recuerdo, así será (¿?).
La ignorancia del arte, su desprecio tácito, no es en modo alguno un acto inocente, y su efecto sobre el hombre futuro será decisivo, determinante...
La poesía y su ejercicio (y por extensión la literatura en su amplio registro) me ha servido para crearme la ilusión de no ser cómplice en esta madeja de hilos anodinos que todo lo envuelve, que todo lo engulle; me ha ayudado a mirarme en el espejo y, de vez en cuando, contemplarme con un volumen de dignidad humana que nunca supo darme el fútbol, por ejemplo, ni su estela de conversación inútil.
lunes, 31 de enero de 2011
FWD: INFORMACIÓN CONFIDENCIAL
Pedro,
debo hacerte una revelación que cambiará tu vida.
Sólo tú debes saberlo.
Es muy importante que ELLA no se entere.
Te espero en el 806.557.100.
Llámame cuanto antes, es muy urgente.
Un abrazo,
Araceli.
*Sólo pagarás el coste de la llamada: 1.18€/mn. si llamas desde un fijo o 1.54€/mn. si llamas desde un móvil.
sábado, 29 de enero de 2011
CUENTA DE CRÉDITO
-¿Comprender? Han debido de transcurrir todos esos años para que tú encuentres las palabras que expresan lo que siempre habías intuido sin atreverte a formularlo por escrito. El camino de la comprensión comienza ahora.