viernes, 16 de octubre de 2015
Cómo no recomendar desde aquí el documental que esta noche emite la cadena Dos de Televisión Española sobre la persona y la obra de Ramón Gaya. Se trata de un trabajo muy meditado, riguroso a la par que ameno, realizado en los últimos meses por el cineasta murciano Gonzalo Ballester. El pensamiento genuino del protagonista se alía con las voces de algunos entusiastas de su pintura para recrear una visión pulcra, auténtica, verdadera, de lo que se ha de entender por hacer arte y vivir el arte. Sin apostolar, claro; pero desde la certeza radical de un destino que se va cumpliendo de soledad en soledad y a menudo en la sombra, sin ruidos extraños, ajeno a las palmaditas oficiales y oficiosas, consciente en todo momento de la impostura que acecha y bordea y tienta al artista disfrazándose de talento y de éxito y de otras parafernalias acordes con la mercaduría que arrasa al mundo. Aunque no conocí a Ramón, creo que a él le hubiera gustado. El debate está servido, casi la polémica. Estoy deseando volver a verlo. No defraudará.
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1 comentario:
Bonitas palabras Pedro. Gracias por lo que me toca.
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