lunes, 19 de octubre de 2015
¿Es generosidad hacer por el otro -prójimo o prójima- lo que en lo más profundo esperas o deseas que haga el otro por ti, cuando tú lo necesites? ¿Hay virtud de pensamiento o de obra, o simplemente honradez ética, en deslizar y alentar la viceversa interesada, esa que vive oculta tras la más bondadosa de las máscaras? ¿Es legítimo poner a prueba de tal modo el incierto andamiaje de la camaradería y la amistad o, más aún, la estructura sólida del amor?
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