martes, 10 de enero de 2023

DEFENSA DE SÓCRATES

Leí la Defensa de Sócrates, de Platón, en traducción de Francisco García Yagüe, entre los días 7 y 8 de marzo de 2021. Subrayé fragmentos con azul y otros con rojo, según mi costumbre y criterio; he aquí un manojo de ellos:

"En efecto, temer la muerte no es otra cosa que creer ser sabio sin serlo, pues es lo mismo que creer saber lo que no se sabe: nadie sabe ni siquiera si la muerte es para el hombre el mayor de todos los bienes, y, no obstante, la temen como si tuvieran la certeza de que sea el mayor de todos los males. Y en verdad, ¿cómo no va a ser una especie censurable de ignorancia la que consiste en creer saber lo que no se sabe?"

"Hombre de Atenas, la ciudad de más importancia y renombre en lo que atañe a sabiduría y poder, ¿no te avergüenzas de afanarte por aumentar tus riquezas todo lo posible, así como tu fama y honores, y, en cambio, no cuidarte ni inquietarte por la sabiduría y la verdad, y por que tu alma sea lo mejor posible?"

"[...] que no nace la virtud de la fortuna, y, en cambio, la fortuna y todo lo demás, tanto en el orden privado como en el público, llegan a ser bienes para los hombres por la virtud".

"Ni Meleto ni Anito pueden ocasionarme perjuicio alguno; ni siquiera sería posible, pues no creo que la justicia divina permita que un hombre de superior condición sea dañado por otro de inferior".

"[...] necesario será que el que quiera verdaderamente luchar en defensa de lo justo, si pretende sobrevivir algún tiempo, por poco que sea, actúe en privado y no en público".

"¿Creéis, pues, que yo habría vivido tantos años si me hubiese dedicado a la política; si, atendiendo a ella como corresponde a un hombre bueno, hubiese acudido en ayuda de lo justo, y hubiese tenido esto, como es debido, en mi mayor estima? Ni mucho menos, atenienses. Ni ningún otro hombre".

"[...] que el mayor bien para el hombre consiste en hablar día tras día acerca de la virtud y acerca de las restantes cuestiones con relación a las cuales me oís discurrir y examinarme a mí mismo y a los demás, y que, en cambio, la vida sin tal género de examen no merece ser vivida".

"Y mucho me temo que no sea esto lo difícil, atenienses, rehuir la muerte, sino que resulte mucho más difícil escapar de la maldad, que es cosa que corre más ligera que la muerte. Y ahora yo, por ser lento y anciano, he sido alcanzado por la más lenta, mientras que mis acusadores, fuertes y rápidos, han sido atrapados por la más ligera, la maldad".

"es posible que lo que me ha ocurrido sea un bien, y en modo alguno discurrimos rectamente cuantos consideramos que el morir es un mal".

"La muerte es una de estas dos cosas: o es como no ser nada y no tener ninguna sensación de cosa alguna, o, de acuerdo con lo que se dice, es un cambio y una migración del alma de este lugar a otro. Si no existe sensación alguna, sino que es como el sueño del hombre que, dormido, no sueña en absoluto nada, admirable ganancia sería la muerte".

"[...] hay una cosa cierta, y es que al hombre bueno no alcanza ningún daño, ni en la vida ni en la muerte, y que sus asuntos no son descuidados por los dioses. Tampoco este desenlace mío de ahora ha sobrevenido de manera casual; lejos de eso, yo veo claro que el morir ya y quedar libre de trabajos era mejor para mí".

"Y no digo más, porque es hora de partir; yo he de marchar a morir, y vosotros a vivir. ¿Sois vosotros, o soy yo quien va a una situación mejor? Eso es oscuro para cualquiera, salvo para la divinidad".


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