sábado, 13 de enero de 2018
Galdós vivió setenta y siete años, de 1843 a 1920. A la edad de veintisiete publicó La fontana de oro, su primera novela, y luego otros treinta y un títulos más, a los que hay que añadir los cuarenta y seis de los Episodios nacionales, esto es, un total de setenta y ocho durante medio siglo de
trabajo. Las cifras arrojan una media de tres volúmenes de ficción narrativa cada dos años; sin contar, claro, los devaneos teatrales (muchos son adaptaciones ulteriores de sus propias tramas novelescas), los ensayos y apuntes autobiográficos (Memorias de un desmemoriado), los artículos periodísticos y cuentos. Alineados en sucesión vertical, sus lomos ocupan una parte más que generosa de cualquier mueble doméstico. Se documentó en hemerotecas y bibliotecas a las que había de desplazarse físicamente, ajeno a las facilidades imperiosas y los extravíos inmediatos de internet y de las TICs. Y todo, dicen, lo escribía a lápiz, ya que por alguna razón no le gustaba la pluma. No le dieron el Nobel, pero su imagen circularía, al tiempo, en los billetes de mil pesetas. Se mantuvo soltero.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
¿Lo último lo dices con envidia, o con pena?
Depende de los días, Juan. Depende de los días.
Publicar un comentario