Hoy -Día Internacional de la Poesía- el Museo de Ramón Gaya propone a los ciudadanos la lectura pública e ininterrumpida de los versos del Poeta Sánchez Bautista; y yo, breve eslabón de esta cadena, dentro de un rato apenas, prestaré mi voz a estos que siguen, versos definitivamente fabricados de tierra que un Paco agradecido nos regaló, en los albores de 2009, a los entonces miembros de la comunidad educativa del instituto de Llano de Brujas, pueblo que lo vio nacer en 1925, con motivo de la adopción de su nombre por el centro:
Sobre esta tierra
laboral, un día
el naranjo creció, y
el limonero.
Hoy es tierra de luz,
manantial puro
de profundo humanismo,
donde bebe
sedienta de saber la
adolescencia.
Hoy se cultiva aquí la
tolerancia
por doctos profesores
que transmiten
el futuro a sus
jóvenes alumnos,
la dignidad del hombre
como meta.
La luz de la memoria -luz
del alma-
queda injertada sobre
sabia joven
por aquellos docentes
que conocen
al niño aprovechable,
al niño que ama
la Verdad como génesis
eterna,
que es madre de la
ética, vasija
del barro más
preclaro, donde estuvo
la consciencia del ser
desde su origen.
Puede un niño arrancar
y plantar un árbol,
y hacerlo frutecer,
dándole vida.
Mas ni un solo árbol
de los que aquí hubo
le hubiese dado
educación a un niño.
Celebremos con júbilo
esta parcela
y su siembra de vida:
la que llena
estas aulas de gracia
adolescente.
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