Él, perezoso, consciente de su lugar subalterno en un mundo edificado a base de frases concluidas por otros, dijo al fin, mientras apagaba la colilla con un desdén aprendido:
-Lo bueno, si breve, dos veces bueno.
Y ella, imaginativa y audaz, sin compasión, se atrevió a rectificar:
-Pero lo breve, si bueno, jode más que se acabe.
viernes, 6 de noviembre de 2009
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2 comentarios:
La audacia siempre parece ser cosa de mujeres, aunque mejor sería, que nuestro patrimonio fuera el de la prudencia tan escasa en la época en la que vivimos.
Me alegra ver que has retomado tu bolg.
Pues sí..., el tiempo pasa deprisa y uno echaba ya de menos tus retales.
Muy fino este capítulo de "Relaciones intermitentes". Me encanta esa respuesta de ella, tan directa, inteligente, espontánea y natural, ante la artificiosidad común, y cutre de él, redicho "subalterno" (magnífica esa imagen) secuestrado por los tópicos.
"Lo breve, si bueno, jode más que se acabe". Ahí queda eso. Sobre el mismo dicho hice yo en su día otra variación (aunque no tiene nada que ver con la de ella):
"La vida es breve; y, si eres bueno, dos veces breve".
En fin...
Saludos intermitentes.
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