Sé un grande o sé un maldito -me digo ante el espejo en que se convierte momentáneamente la hoy nada inspirada pantalla del ordenador-, pero no prostituyas tu talento según el dictado de la medianía. (Porverbium est: nulla dies sine linea.) |
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario