Lo peor de septiembre es constatar de nuevo que el verano, como la vida, pasa en un soplo, que se perdieron definitivamente aquellas temporadas estivales en las que parecía que el tiempo era eterno, el colegio una pesadilla remota y el futuro la promesa, más aun, la certeza ingenua de una vida plagada de aventuras venturosas.
Hola de nuevo. Me alegro de que efectivamente continúes; también desde aquí seguiremos asomándonos a tu blog, un bienvenido aliciente para echar un vale a lo largo de esas mañanas a veces interminables. Que conste que mi hermana se me ha adelantado porque yo le he chivado que estabas de vuelta por estos lares.
También podría decirse que eso es lo mejor de septiembre.
Ya veo que has estado, como yo, virtualmente ausente durante dos meses. ¿Pero verdad que ha sido justo y necesario?
Carmen, con tu elegíaco y nostálgico pero delicadamente escéptico comentario, en donde aludes a lo temporal, a la fugacidad de la vida y todo eso, me has recordado una de las últimas coplillas que mi redicha pero dichosa mente ha dado a luz este verano:
El futuro es presente y el presente es pasado; y el pasado no pasa: siempre va a nuestro lado.
Gracias a todos por seguir estando por ahí: vuestra lealtad me honra, y, a la vista está, vuestros comentarios enriquecen mis retales y sacuden el polvo de mi alforja. Salud!
Nací en Moratalla -un pueblo de montaña situado al sureste de la Península Ibérica- a la hora de la siesta del viernes 20 de enero de 1967.
Libros publicados: IMÁGENES DE ARCHIVO (El Bardo, 1993),
EL OTOÑO DE LOS TRISTES (El Bardo, 1995), NECEDARIUS, VICEVERSAS, ETC. (Aula de Poesía, 1999), COMPENDIO Y ANÁLISIS DE LA LETRA MINERA (Universidad de Murcia, 2006), LIBRO CIUDAD (Renacimiento, 2006), LA SONRISA VERTICAL. UNA APROXIMACIÓN CRÍTICA A LA NOVELA ERÓTICA ESPAÑOLA (Universidad de Murcia, 2006), ADÁN Y OTROS POEMAS DE SÁNCHEZ DEL CASTILLO (Tres Fronteras, 2008), LA SONRISA DEL AHORCADO (Círculo Rojo, 2013), LUZ EN LA NADA (Renacimiento, 2023).
5 comentarios:
Lo peor de septiembre es constatar de nuevo que el verano, como la vida, pasa en un soplo, que se perdieron definitivamente aquellas temporadas estivales en las que parecía que el tiempo era eterno, el colegio una pesadilla remota y el futuro la promesa, más aun, la certeza ingenua de una vida plagada de aventuras venturosas.
Hola de nuevo. Me alegro de que efectivamente continúes; también desde aquí seguiremos asomándonos a tu blog, un bienvenido aliciente para echar un vale a lo largo de esas mañanas a veces interminables.
Que conste que mi hermana se me ha adelantado porque yo le he chivado que estabas de vuelta por estos lares.
Hola, amigo. También yo me congratulo de que los retales continúen habitando este rinconcito virtual.
Un saludo efusivo para todos.
También podría decirse que eso es lo mejor de septiembre.
Ya veo que has estado, como yo, virtualmente ausente durante dos meses. ¿Pero verdad que ha sido justo y necesario?
Carmen, con tu elegíaco y nostálgico pero delicadamente escéptico comentario, en donde aludes a lo temporal, a la fugacidad de la vida y todo eso, me has recordado una de las últimas coplillas que mi redicha pero dichosa mente ha dado a luz este verano:
El futuro es presente
y el presente es pasado;
y el pasado no pasa:
siempre va a nuestro lado.
¡Bienvenido de nuevo, Pedro!
¡Salud, leales retaleros!
Gracias a todos por seguir estando por ahí: vuestra lealtad me honra, y, a la vista está, vuestros comentarios enriquecen mis retales y sacuden el polvo de mi alforja.
Salud!
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