tag:blogger.com,1999:blog-3860395004807665512.post28711924764433177..comments2023-12-31T03:56:30.851+01:00Comments on Retales de mi alforja: A LA LUNA DE MUÑOZ MOLINAPedro López Martínezhttp://www.blogger.com/profile/04897977681354984736noreply@blogger.comBlogger1125tag:blogger.com,1999:blog-3860395004807665512.post-38689431430629660392009-07-22T12:27:37.248+02:002009-07-22T12:27:37.248+02:00Cuando era pequeña, mi padre me cantaba:"Tien...Cuando era pequeña, mi padre me cantaba:"Tiene los ojos azules, más azules que turquesas...de tanto mirar al cielo". Yo creía que una de las razones por las que mi padre me quería tanto era el color de mis ojos así que me propuse firmemente mirar con displina cada día un ratito al cielo para acentuar la tonalidad de mi iris en filial correspondencia pero como también he contemplado el mar incontables horas desde mi niñez, al final devinieron en un inclasificable ¿azul-verdoso?, ¿verde-grisáceo?:el color de ese lugar inefable del horizonte donde mar y cielo se confunden.<br />En mirar la luna, sin embargo,no había disciplina alguna: me resultaba hipnóptica, me llamaba cada noche con susurro de sierpe o de sirena y me hubiera entregado gustosa a su mistérico culto si no fuera porque conocía la historia, cierta sin duda, de un tipo que de tanto mirar nuestro satélite perdió la razón, se extravió en un rayo selenita y nunca más se supo de él por lo que se apoderó de mí una mezcla de miedo y fascinación que nunca me ha abandonado. Y miraba con prevención.<br />Yo tenía seis años cuando los astronáutas pisaron la luna por primera, y única, vez. No lo ví en directo porque hacía sólo unos días que había pisado mi casa en la Torre, donde no hubo tele ¡bendita sea! al menos en veinte años, por vez primera. También cuarenta años para el cómputo de las efemérides familiares, efemérides que son, al menos, igual de importantes en la cosmología de cada uno de nosotros<br />que los acontecimientos de alcance planetario, o por mejor decir, cósmico.<br />Y para mí, niña de ciudad-huerta, nada había de aspereza en los objetos ni en la vida. Hace cuarenta años todo discurría según un orden natural suave, lento, armónico.<br />El cielo embellecía mis ojos (Ay las niñas tan Electras ellas!) el mar me acunaba con su canción insondable y la luna me ofrecía la posibilidad de perderme llegado el caso o la necesidad.<br />O tempora!...<br /><br />Por cierto, vive dios que comparto plenamente tu opinión sobre Muñoz Molina.carmenhttps://www.blogger.com/profile/04664440182250707296noreply@blogger.com